Durante las pasadas WSOP había unos cuantos pros que se estaban emborrachando tranquilamente en un bar de Las Vegas, entre ellos Erik Lindgren, Phil Ivey y Gavin Smith. En un determinado momento de la velada Lindgren dijo que el día siguiente iba a jugar al golf, situación que no dejaron escapar estos gamblers para hacer una de sus siempre alocadas y desproporcionadas apuestas. En total se juntaron 360.000 dólares (100.000 de Gavin y 200.000 de Phil) conforme a que Lindgren no sería capaz de hacer cuatro veces el campo (72 hoyos en total) caminando y consiguiendo en cada ronda menos de 100 golpes.
Después de una larga y agotadora jornada, cruelmente rematada por un calor asfixiante, Lindgren logró hacerse con la apuesta y el dineral. Un poco manirrotas estos tíos emuladores de Stu Ungar, ¿no?
Por cierto, no es la primera vez que Lindgren y Ivey se juegan los cuartos con el golf. Recuerdo que hace un par de años Ivey dijo que en cuestión de meses sería capaz de completar no-sé-qué-campo en no-sé-cuántos-golpes y Lindgren aceptó. Evidentemente la cantidad apostada fue enorme.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Erik Lindgrend y el golf
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