jueves, 6 de marzo de 2008

La mujer de Nguyen gana un WPT


Los familiares de las megaestrellas del póquer también destacan, y mucho. Se nota que reciben buenos consejos. Hasta ahora la lista de jugadores exitosos cuyos padres, hermanos o maridos ya destacaban anteriormente en la escena internacional se cuentan, como mínimo, con los dedos de las dos manos y de los dos pies. He aquí algunos de ellos:

- Todd Brunson (hijo de Doyle)
- Cecilia Reyes (ex mujer de J.C. Mortensen)
- Joe Sebok (hijo adoptivo de Barry Greenstein)
- Jennifer Tilly (novia de Phil Laak)
- Annie Duke (hermana de Howard Lederer)

Pues bien, quizá a la lista habrá que añadir otra persona más: Van Nguyen, la mujer de Men The Master Nguyen. Y es que resulta que la asiática se ha proclamado campeona del WPT Celebrities Invitational, evento de entrada gratuita en el que han participado 445 personas, entre ellas muchos famosos de los Estados Unidos y algunos profesionales del póquer.

Con su gesta Van Nguyen se embolsa 100.000 dólares y marca un hito: se convierte en la primera mujer que gana un evento del WPT.

Por cierto, para quien no lo sepa, Men Nguyen es un megacrack. La revista Card Player le nombró Jugador del Año 2005 y a sus espaldas carga ya un palmarés que quita el hipo. Compruébalo tú mismo haciendo click aquí.

lunes, 3 de marzo de 2008

La difícil vida del jugador de póquer


El otro día me levanté feliz y comencé a jugar a póquer. Al poco tiempo llegó mi bendita madre, y pese a que me llevo muy bien con ella, me incomodé. En cuestión de cinco minutos me llamó un amigo, me empecé a mosquear, y ya acabé rabioso perdido cuando quince minutos después me llamó otro amigo.

¿Qué me ocurrió? Yo soy una persona alegre y encima aquella mañana me levanté especialmente contento. ¿A qué se debió que 20 minutos después estuviera echando chispas por la boca? Pues bien, ya sé la respuesta: necesito jugar en la soledad más absoluta, y no por tema de concentración precisamente...

"Ve con cuidado con el póquer, que es peligroso". "¿Ya estás dándote al vicio?". "Controla eso, cariño, que puedes acabar muy mal". "Deja de jugar y dedícate a cosas más productivas". Etc. Etc. Etc. Etc. Etc. Etc. Etc.

Es triste, pero no puedo hablar apenas con mis amigos y familiares del póquer, una de mis aficiones favoritas, porque cada vez que lo hago me miran con preocupación y me advierten de los peligros del juego. Al final he optado por vivir el póquer en soledad y silencio. ¡Ni que fueran almorranas!

viernes, 29 de febrero de 2008

Phil Ivey sigue en forma


Phil Ivey irrumpió en la escena poqueril como un vendaval, y en las WSOP de 2002 se llevó tres pulseras de campeón. Por desgracia, los años han pasado y las campanadas de Phil son cada vez más escasas. "Es que ahora se dedica al cash y apenas disputa torneos", dicen unos. "Es que ahora juega mucho en Internet y muy poco en vivo", dicen otros.

Sea como fuere, Phil gana menos. Y quizá para acallar a sus críticos ahora se desmarca con una victoria épica en el WPT L.A. Poker Classics, donde se ha impuesto autoritariamente a otros 664 jugadores. Entre ellos ha habido muchos pros de renombre, algunos de los cuales han llegado extraordinariamente lejos: Nam Lee (4º), Phil Hellmuth (6º) y la estrella hollywoodiense Jennifer Tilly (12ª) han sido los más inspirados.

martes, 26 de febrero de 2008

No a la doble pareja


No os escadalicéis, amigos, que hablo de Omaha. Y al menos eso creo yo: la doble pareja es una combinación raquítica, terriblemente débil que nos trae más desgracias que gracias. Este hecho es quizá lo que más le cuesta entender a los jugadores de Texas que se pasan a la variante de las cuatro cartas, y luego pasa lo que pasa.

Imaginad que yo tengo AJ74 y en el flop aparece AJ9, dos de las cuales pertenecen a un mismo palo que yo no tengo. Si somos tres jugadores y yo hablo primero, por ejemplo, sí que apostaré, pero si alguien anterior a mí ya ha apostado o alguien posterior resube lo tengo claro: me retiro sin dudarlo un segundo. Mi doble pareja siempre es débil, pues los tríos en Omaha aparecen a tropel, y no sólo eso, el flop ofrece proyectos peligrosos de escalera y de color que pueden destrozarme.

La doble pareja a mí sólo me sirve cuando va acompañada de proyectazos de color o de escalera. En el resto de casos voy con pies de plomo y me tiro a la mínima que alguien demuestra fuerza. ¿Soy excesivamente conservador? Quién sabe, pero a mí me va bien esta estrategia.

Y es que si dicen que el Omaha es el juego de las nuts es por algo. Y con nuts nos referimos a full, trío, escalera máxima o color máximo, pero jamás de los jamases a una doble parejita. Hacedme caso. :)