Dan Harrington es un exitoso jugador de póquer presencial y uno de los escritores de estrategia más respetados (su trilogía Harrington on Hold'em es venerada por muchos). Ahora bien, este hombre va a pasar a la historia por su humildad... O ratería, según se mire.
Y es que resulta que siempre que juega campeonatos en vivo, el bueno de Dan se aloja en pensiones modestas y come en restaurantes con menús baratos. Por si fuera poco, ofrece pactos extravagantes a sus rivales (como en el WSOP Main Event de 1995, a la postre vencedor, donde nada más empezar la mesa final les dijo a todos de repartirse los premios a partes iguales, oferta que los ocho rechazaron).
A todo esto Dan sigue con su empleo de toda la vida en una correduría de seguros. Y yo entonces me pregunto: ¿cómo puedes jugar campeonatos de 10.000 dólares y luego tener un trabajo normal y corriente? Si al menos cobra 80.000 dólares mensuales lo entenderé, pero dudo de que sea el caso. Curioso...
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Dan Harrington en The Hendon Mob
jueves, 17 de enero de 2008
Dan, un caso extraño
Publicado por Carlos Ortiz en 16:40
Etiquetas: Jugadores profesionales, Opinión
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