domingo, 4 de noviembre de 2007

Texas Básico: AQ, una mano débil


Imaginad que la media de fichas en un torneo es de 3.000 fichas y que nosotros tenemos 6.000, el doble. Las ciegas son de 50-100 y recibimos AQ; estamos en primeras posiciones y hacemos un raise a 400, pero en ese momento el tipo que habla justo después de nosotros mete sus restantes 4.500 fichas. ¿Qué hacemos?

Hay dos aspectos importantes a considerar:

- El bote es de 5.050 y para optar a él tenemos que pagar 3.650 fichas más. Es decir, que por cada ficha arriesgada obtendríamos 1,4. Las pot odds (1,4:1) son mediocres.

- El jugador que ha apostado todas sus fichas va bien posicionado y habla todavía en primeras posiciones, así que se supone que tiene buenas cartas. Es muy posible que haya recibido AA, KK, QQ y AK, en cuyo caso estaremos prácticamente perdidos (un 7% de victoria contra AA y QQ, un 24% contra AK y un 28% contra KK). También puede tener cualquier otra pareja, en cuyo caso tendremos un 47% para ganar.

Vamos, que la respuesta es bien sencilla: tenemos que tirar nuestras cartas. AQ es una mano muy mediocre para ver un all-in, más aún cuando vamos bien de fichas y nuestro rival también va bien servido.

Esta combinación aún puede servir cuando vamos muy mal de stack y somos nosotros quienes llevamos la iniciativa o cuando quien nos pega el all-in va muy apurado de fichas, de modo que pueda llevar cualquier cosa y una derrota contra él apenas nos afecte. En el resto de casos conviene tirarse.