El Casino de Peralada organiza cada mes un torneo de 440 euros de entrada, y al estar a dos pasos de la frontera gala en él se dan cita jugadores franceses y españoles por igual.
Curiosamente, hay muchos españoles que se quejan de la conducta déspota que muestran muchos de sus vecinos. Uno de los abanderados en el antifrancesismo siempre ha sido el simpatiquísimo Santi Torres: "Bastantes son muy correctos, pero otros son terriblemente maleducados porque se sienten superiores a nosotros".
Otra de la fama que merecidamente o no se están ganando los franceses es la de jugar como auténticas cabras locas. Carlos Ferrón me lo comentaba hace unos días: "Era la primera mano del torneo, cada uno partía con 3.000 puntos y las ciegas estaban en 20-40. Yo recibí KQ de corazones en ciega pequeña y cuatro vimos el flop. Las cartas comunes resultaron esperanzadoras: Q-7-7. Entonces apuesto 160, la ciega grande se tira, uno me iguala y el otro sube a 800. ¡¡Tate!!, ya empezamos, el tío trincó el 7 y estos franceses juegan así, atizando de lo lindo. Como es la primera mano y no quiero líos decido tirarme. !Y he aquí la SORPRESA! El que vio mi apuesta de 160 suelta un gigantesco all-in, a lo que el subidor a 800 responde con un instaCALL y muestra 7-8 de corazones. Entonces el otro enseña una parejita de 3 y todos nos quedamos de piedra. "Llevo dobles, tengo que hacer all-in", dice el fish. A final ninguno mejoró ni en el turn ni en el river y el monstruo del 3-3 se va a la calle con sus dobles galácticas. Bonita manera de entregar 440 euros".
A mí no me gusta generalizar, ni mucho menos, pero sólo os comento esto porque me parece una historia divertida. :)
sábado, 12 de enero de 2008
¡Vaya con los franceses!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario