Ve siempre a contracorriente

Uno de los primeros consejos que me dieron cuando empecé a jugar a póquer fue éste: si tus rivales son muy conservadores tú tienes que jugar loose, y si son loose tú tienes que ser conservador. Por entonces no alcanzaba a entender lo terriblemente importante que era el consejo, pero ahora me doy cuenta de que es uno de los más sabios que me han dado jamás.

En el primer caso, cuando la mesa está llena de gente que sólo va con cartazas y que se tira a la más mínima embestida, tienes que aprovecharte y rebajar tus requisitos de juego. Apuesta incluso sin tener nada, ya que son jugadores muy débiles y así casi seguro que obtendrás un buen porrón de fichas.

Por el contrario, si la mesa está llena de maníacos debes relajarte, leer o ver la televisión mientras tanto, y esperar a tener un cañonazo para moverte. Ten en cuenta que los loose te ven con cualquier cosa, de modo que con ellos los faroles apenas son efectivos, y cuando ligues un monstruo lo más seguro es que también te vean (al contrario que los conservadores), así que aunque actúes poco te forrarás de fichas cada vez que lo hagas.

Vamos, que el póquer es un juego de lobos listos que saben aprovecharse de las situaciones, no de tiernas ovejas que hacen lo que hacen los demás. Así pues, abre bien tus ojos y hazme caso: ¡desmárcate del resto!