Ayer os dije que al jugador BluffMagCV le habían quitado el premio que ganó en un torneo online porque en el tramo final del evento cerró su cuenta y dejó que su amigo Sorel Mizzi rematara la faena. Y yo me pregunto... ¿Eso merece un castigo? Yo lo tengo claro: ¡ni de coña!
Una vez alguien ha comprado la entrada de un torneo, creo que éste puede jugar como le dé la gana: con los ojos cerrados, con una calculadora al lado, con un Poker-Odds Calculator o asistido por varios compañeros. Mientras no vea las cartas de los demás ni juegue con más de una cuenta a la vez, ¿qué más da?
Algunos dirán que de esta manera los tramposos pueden descansar y jugar más frescos, pero la verdad es que eso a mí me la trae al fresco (nunca mejor dicho), ya que creo que uno puede darle al póquer muchas horas sin necesidad de fatigarse en exceso.
A mí lo que realmente me sorprende es que haya gente capaz de dejar sus torneos en manos de otras personas; para mí una partida es como la novia: intocable. :p
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Un torneo online histórico
sábado, 1 de diciembre de 2007
¿Y qué más da?
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2 comentarios:
agregado ;)
Encantado de intercambiar enlaces contigo.
¡Nos leemos! :)
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