No nos engañemos: vivimos en un mundo egoísta donde la gente se mira mucho el ombligo y repara muy poquito en los demás. Eso sí, lo mejor de nosotros suele aflorar en Navidad, periodo del año en el que bastantes convierten su racanería y mal rollo habituales en un altruismo bondadoso. A este fenómeno se le conoce como "espíritu navideño", y como bien podréis imaginar tiene fecha de caducidad, puesto que cada 7 de enero se va a paseo.
Afortunadamente, hay algunos para los que cada día es Navidad. Gente que pese a sus defectos siempre mira a su alrededor y aporta su granito de arena para solucionar problemas ajenos. A continuación os hablo de dos jugadores de póquer afectados por ese extraño y beneficioso virus llamado "generosidad":
Barry Greenstein
El bonachón por excelencia, puesto que dona a organizaciones caritativas TODOS los beneficios que cosecha en los torneos presenciales. ¡Un 10 por ti, Barry!
Tony G
Puede que en la mesa sea un maleducado al que apetece dejarle la nuca roja a base de collejas, pero en la vida normal Tony es un tipo de buen corazón. De hecho, ya ha donado mucho dinero a organizaciones benéficas; la última vez fue hace menos de un mes, cuando ganó 205.000 dólares y los regaló íntegramente a un orfanato ruso. "Mi modelo a seguir en este aspecto es Barry Greenstein; él es el rey de este rollo", dice G.
martes, 25 de diciembre de 2007
Dos tipos generosos
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